Esperando a que mi compañero Antonio tenga ganas de actualizar, decido hacerlo yo antes. Por cierto, ¡¡¡FELIZ DÍA DEL LIBRO!!! Un poco atrasado, puesto que fue ayer 23, pero bueno, algo es algo.
Bien, hoy voy a hablar sobre la exposición a la que asistí con el colegio en clase de Historia el día 16 de abril, al Museo de Bellas Artes de Sevilla, que se llama "El Joven Murillo". En ella se recogen cuarenta y dos cuadros de Murillo en sus primeros años.
Bien, hoy voy a hablar sobre la exposición a la que asistí con el colegio en clase de Historia el día 16 de abril, al Museo de Bellas Artes de Sevilla, que se llama "El Joven Murillo". En ella se recogen cuarenta y dos cuadros de Murillo en sus primeros años.
Sólo puedo hablar desde el punto de vista de una aficionada al arte, alguien que no entiende de esto, pero que sabe apreciarlo, al menos.
LA EXPOSICIÓN:
Personalmente, la exposición me ha fascinado. Aparte de que nunca había visitado el Museo de Bellas Artes de Sevilla durante una exposición de este calibre, tampoco había visto tantas obras de Murillo juntas, por lo que esta visita ha supuesto para mí un gran (único y magnífico) paso en mi afición por el arte. La exposición completa (y la con unos cuantos cuadros que siempre permanecen en el Museo, como por ejemplo, La Colosal) ha sido una experiencia nueva y preciosa. Los cuadros son impresionantes, algunos me han dejado impactada y otros me han embelesado hasta el punto de no poder dejar de mirarlos. Otros me han puesto la piel de gallina y otros tantos me han emocionado. Clarísimamente pienso volver al Museo, aunque no encuentre allí los cuadros que tanto me han gustado. Estoy increíblemente satisfecha con esta exposición, porque también he aprendido un poquito (muy poquito, dado que presiento que este campo es demasiado extenso) sobre iluminación. En resumen, he disfrutado muchísimo con la visita y espero poder, algún día, repetir la experiencia.
LOS CUADROS:
Ha habido dos cuadros en especial que me han encantado.
Este cuadro me ha gustado porque, sencillamente, los detalles y la técnica que tiene son increíbles. El cuadro está repleto de pequeños detalles que lo hacen muy realista. El por qué me ha encantado es fácil: nada más verlo me ha ensimismado, las líneas y la expresión de los rostros me han atrapado, al igual que el aspecto claroscurista que tiene.
Esta obra me ha gustado porque el efecto tenebrista y claroscuro que posee realza magníficamente la expresiva y arrepentida figura de Magdalena, cubierta con un manto morado, mirando al cielo, pidiendo perdón por sus pecados. Los detalles de la expresión del rostro de la mujer me han despertado sentimientos extraños, lo cual me parece un importantísimo efecto en los cuadros, que los hace inimitables y únicos.
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PD: en mi otro blog, La Sala de los Sueños, he colgado la reseña de Las Crónicas del Tiempo I: Magia Medieval, el libro de Sandra C. Gallegos que anuncié hace unas semanas y del cual, por fin, ha conseguido vender todos los ejemplares que necesitaba para poder sacar el libro a la venta alrededor de mayo.
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