Cartel promocional del filme.
Esta cinta, dirigida por Brad Anderson y escrita por Scott Kosar, trata sobre un trabajador de una factoría, llamado Trevor Reznik (Christian Bale), cuya vida es prácticamente un infierno. Lleva un año sin dormir, cada vez pesa menos, llegando al límite de lo escuálido con 53 kilos, es paranoico y maniático, se lava con lejía y, después de que por una distracción suya, uno de sus compañeros de fábrica pierda un brazo, comenzará a creer que una terrible conspiración se cierne contra él de parte de todos sus compañeros de trabajo. En su nevera aparece un post-it con el dibujo del ahorcado y seis huecos para las letras. Ve a un nuevo trabajador en la fábrica, Ivan, pero éste resulta no existir. Sus compañeros lo rechazan. Hay más post-it en la nevera, con medio cuerpo ya pintado y las dos últimas letras escritas: _ _ _ _ E R
Ivan (el actor John Sharian), el compañero fantasma.
A partir de ahí, procede a hacer sus investigaciones, intercalando sus noches en la cafetería del aeropuerto donde conversa con María, su camarera, con visitas a Stevie, su prostituta habitual, quien le promete que dejaría de prostituirse si él estuviera con ella. Mientras tanto, parece que la conspiración contra Trevor va a peor, involucrando a más personas de las que él pensaba. Claro que, cuando consigue pruebas, éstas desaparecen como si no existiesen. Y es que probablemente, no existan... La pregunta es: ¿cuál es la palabra de seis letras y quién deja los post-it allí?
La ambientación. Oh, esto me ha encantado igualmente. Al ser el protagonista un personaje consumido física y mentalmente por el insomnio y la paranoia, la luz del filme es siempre tétrica, fría y en ocasiones, algo azulada, haciendo que la piel del actor dé la sensación de enfermedad. También me ha gustado mucho la fotografía de la cinta, muy buena. Y como detalle vale destacar que Christian Bale adelgazó casi cuarenta kilos para meterse en el papel de Trevor Reznik, pasando de ser un hombre fuerte [véase la entrada de Equilibrium] a quedar en un estado cadavérico absoluto. Además, el actor tuvo que recuperar su forma en menos de un año, después de rodar El Maquinista, dado que tenía contrato para ser Batman quien, evidentemente, no es nada raquítico.
Trevor (Christian Bale) discutiendo con Stevie (Jennifer Jason Leigh), quien pronto deja de ser su [casi] único apoyo, para pasar a convertirse en su enemiga.
La película es un thriller psicológico que, para ser sincera, en ocasiones me ha angustiado. Desde un principio me ha encantado. La verdad es que tenía muchas expectativas puestas en esta película, ya que las críticas han sido muy buenas, y no me ha decepcionado para nada. Es cierto que llega un momento en que piensas: "¿Esto va a acabar en alguna parte, o quedará inconcluso como Memento o No Country For Old Men?". (Aunque Memento me gustó [y sí, la vi porque es de Christopher Nolan], al contrario que la segunda; pero es cierto que el final es algo así como... "Bien, ¿y qué se arregla?"). Pero no. Finalmente, cuando por fin se descubren unos cuantos detalles como quién es el propietario del (impresionante) Pontiac Firebird rojo que conduce Ivan o quién es la persona que realmente aparece en la dichosa foto del pez gigante, las cosas se van solucionando progresivamente, incluso llegando a ceder al espectador el privilegio (y el favor de sentirse increíblemente perspicaz) de ir descubriendo los acontecimientos que se sucederán dos segundos después, pero sin ser predecible. Para nada es predecible.La ambientación. Oh, esto me ha encantado igualmente. Al ser el protagonista un personaje consumido física y mentalmente por el insomnio y la paranoia, la luz del filme es siempre tétrica, fría y en ocasiones, algo azulada, haciendo que la piel del actor dé la sensación de enfermedad. También me ha gustado mucho la fotografía de la cinta, muy buena. Y como detalle vale destacar que Christian Bale adelgazó casi cuarenta kilos para meterse en el papel de Trevor Reznik, pasando de ser un hombre fuerte [véase la entrada de Equilibrium] a quedar en un estado cadavérico absoluto. Además, el actor tuvo que recuperar su forma en menos de un año, después de rodar El Maquinista, dado que tenía contrato para ser Batman quien, evidentemente, no es nada raquítico.
Arriba, Christian Bale en El Maquinista, como Trevor Reznik. Abajo, Christian Bale un año después, en una de sus películas.
Y bueno, esta es mi película de hoy. Para la siguiente entrada creo que hablaré sobre la exposición de Murillo, "El Joven Murillo", que se puede ver en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, a la que asistí el viernes y que me encantó (y así pongo una primera entrada sobre arte pictórico).
Un beso a todos, y os recomiendo esta película encarecidamente.
Y bueno, esta es mi película de hoy. Para la siguiente entrada creo que hablaré sobre la exposición de Murillo, "El Joven Murillo", que se puede ver en el Museo de Bellas Artes de Sevilla, a la que asistí el viernes y que me encantó (y así pongo una primera entrada sobre arte pictórico).
Un beso a todos, y os recomiendo esta película encarecidamente.
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