Bien, en esta primera entrada del blog "Equilibrium vs. Tiësto", voy a ser yo, Natalia, quien escriba. Yo trataré la parte de literatura, películas, y demás tipos de arte, exceptuando a la música, de la que se encargará Antonio.
Mi parte se sintetiza en la palabra "equilibrium" (equilibrio, lógicamente), puesto que para mí, representa una armonía entre diversos temas que, al fin y al cabo, versan de lo mismo: arte, menos música. Y bueno, también se llama así porque es el nombre de una película (mi película favorita), sobre la que va esta entrada.
Cartel promocional de la película. Esta película, escrita y dirigida por Kurt Wimmer, trata sobre una sociedad futura (no muy futura) en la que, para evitar guerras y demás conflictos por culpa de la codicia y ambición humana, el Gobierno a nivel mundial decide anular los sentimientos de las personas mediante una vacuna, llamada Prozium, que todos han de inyectarse cada cierto tiempo. Aparte de que las personas están de acuerdo (todo gracias a los mensajes subliminales implíctos en todo lo que el Gobierno dice), también rechazan y consideran delincuentes ofensivos a todo aquel que se niega a vivir sin sentir y deja de inyectarse el Prozium. Para eso se crea Tetragrammaton, una especie de iglesia (los términos eclesiales que emplean para designar a los "policías" o a los "gobernantes" también son fruto del control, haciendo creer a la gente que lo que hagan ellos, es lo correcto), un lugar donde entrenan a los Clérigos (que tienen poco de clérigos), personas adiestradas por medio del Gun-Kata (un arte marcial) que se dedican a eliminar a esos "delincuentes ofensivos", ya que es ilegal dejar de tomar Prozium (o sea, es ilegal sentir emociones), y el incumplimiento de esa norma se castiga con la muerte, o bien a manos de esos Clérigos, o quemados después de juicio. Por supuesto, está prohibido todo lo que incite a sentir: arte, libros, música, mascotas... y un largo etcétera.
Con el Prozium, y adiestrados en el Gun-Kata, ni sienten ni padecen. En la imagen, Christian Bale (Clérigo John Preston), frente a Sean Bean (Partridge, un compañero al que él mismo mató).Puestos ya en situación, la trama se centra en el Clérigo John Preston (Christian Bale, mi actor favorito), y el aprieto en el que se encuentra al empezar a dejar de inyectarse paulatinamente el Prozium. Las emociones afloran cada vez más rápido y lo confunden, pero intenta camuflarse con los demás insensibles del mundo. Sin embargo, no lo consigue al infiltrarse en el Clandestino (una ciudad bajo tierra, poblada por personas con sentimientos) y acceder a ayudar a dar un gran golpe en Equilibrium (la fábrica de Prozium). Desde ese momento, se pone más y más interesante.
Los sentimientos juegan malas pasadas. En la imagen, Christian Bale (John Preston) y Emily Watson (Mary O'Brien, una delincuente ofensiva a quien arresta, y por quien siente algo especial).Ya desde mi punto de vista personal, me parece una película genial. No es la mejor película del mundo, cinematográficamente hablando; pero creo que la imagen que da la ciudad insensible, vetada de todo tipo de pequeños detalles, la privación de la libertad del ser humano, el hecho de que sea delito sentir (el don más hermoso que se puede tener, ¡y se lo quitan!), y de que las personas mueran por ello en esa, supuestamente avanzada, sociedad, da mucho que pensar. Al menos a mí, me ha creado debates internos. La considero una película digna de ver, porque merece mucho la pena, tanto la historia, como la actuación de todos los actores. Sí, hay violencia (¿pero qué sería una película con esta trama sin violencia?). Sí, es polémica. Y por eso no ha llegado a España (así que, si queréis verla, tiene que ser en versión original subtitulada). Como lo leéis. Por eso no os sonará a ninguno (excepto a los que yo ya he bombardeado con esta película); porque no se ha llegado a estrenar en nuestro país. ¿Por qué será...?
Fotograma de la última escena de la película. La "T" que simboliza Tetragrammaton, sin su cristal anti-realidad, roto por el Clérigo Preston (en la imagen, vestido de blanco).
Con el Prozium, y adiestrados en el Gun-Kata, ni sienten ni padecen. En la imagen, Christian Bale (Clérigo John Preston), frente a Sean Bean (Partridge, un compañero al que él mismo mató).
Los sentimientos juegan malas pasadas. En la imagen, Christian Bale (John Preston) y Emily Watson (Mary O'Brien, una delincuente ofensiva a quien arresta, y por quien siente algo especial).